“CON TRES MILLONES DE PARADOS, SOBRAN TRES MILLONES DE INMIGRANTES"

Manuel Angel Pérez Aldana .- 10/11/2008

Son cifras oficiales, del Instituto Nacional de Estadística: en lo que va  de año   los parados han pasado de ser un millón  ochocientos  mil a  sumar  una cifra que se va aproximando mes a mes a los tres millones.   Más de ochocientos mil españoles se han quedado sin trabajo. Lo que hace unos meses era un presagio amenazante, algunas veces  un comentario de café  sobre  lo que le había sucedido a un pariente o a un conocido, es ahora ya  la dura realidad con la que a diario se enfrentan millones de españoles que están sin empleo. Millones de familias  comienzan un calvario que nadie puede afirmar cuándo va a acabar ni hacia dónde les va a conducir. Colas en las oficinas de empleo para pedir un puesto de trabajo que ya no existe.  Transformados en  morosos quienes hace un año eran clientes que se disputaban los bancos y que no alcanzan hoy con sus ingresos para pagar créditos e  hipotecas por lo que devuelven las llaves de la casa en la oficina bancaria. Comedores sociales de Cáritas y de otras instituciones desbordados, no por la llegada de marginales, sino de ancianos y familias de clase de media que pagan respetuosamente los  impuestos  pero que  carecen de ayudas públicas y sencillamente no pueden con sus ingresos llenar todos los días el carro de la compra.

Esta es la realidad y para el futuro inmediato las predicciones de los organismos  económicos oficiales y de las grandes empresas  son de que todo empeorará, que habrá más paro, continuará la escalada de los precios, no bajarán en absoluto los intereses bancarios, disminuirá la inversión  extranjera en España  y tampoco habrá una recuperación de los mercados internacionales ni de la economía en Estados Unidos ni en Europa.

Mientras esta crisis la están padeciendo los ciudadanos españoles y sus familias el gobierno de Zapatero ha dado papeles a 450.000 nuevos inmigrantes y ha tolerado la entrada  de otros 600.000 extranjeros ilegalmente. En este año en el que un millón de españoles se  están quedando  sin trabajo se ha permitido la llegada de un millón más de nuevos inmigrantes. La primera medida para ayudar a los españoles a recuperar su puesto de trabajo y a salir de la crisis pasa por impedir que lleguen más inmigrantes. No podemos permitirnos que ni un euro más de nuestros impuestos vaya destinado a los inmigrantes en vez de servir como ayuda a las familias españolas. Sin embargo, algo tan lógico, tan de sentido común como es cerrar la puerta a la entrada de nuevos inmigrantes y promover la marcha a su país de aquellos que están en el paro  no es ni tan siquiera concebible para el gobierno socialista y no es muy diferente el planteamiento de la oposición.

En la situación de contracción de la economía, de crisis generalizada del sistema económico globalizado que se puso en marcha en la década de los 90 tras la caída del antiguo bloque comunista, la inmigración es la principal rémora que tiene  España para salir de la crisis.  Los inmigrantes están enviando  un montante de  dinero a sus países de origen que es una permanente sangría para la economía nacional. Según  los datos del Banco de España en los últimos seis años los inmigrantes han sacado fuera de España  30.386 millones de euros y solo en este año 2008 la estimación  es que las remesas que enviarán los inmigrantes superen los 10.000 millones. Así pues, desde el año 2002 los inmigrantes se han llevado fuera de España un capital superior a todo el plan de rescate del sistema Bancario que ha puesto en marcha  Zapatero. En la situación de crisis financiera y bancaria internacional nuestra nación no puede permitirse que los inmigrantes se lleven todos los años  una parte tan importante de nuestra riqueza al extranjero. Ahora nuestra economía no se lo puede permitir.

Todavía si cabe mas grave para la recuperación económica es el lastre que supone el bajísimo rendimiento de los trabajadores extranjeros. Todos los analistas económicos coinciden en que la productividad es el factor determinante para entender por qué esta situación de crisis  afecta con tanta  intensidad a España en relación a otros países europeos  con un nivel de desarrollo comparable y por qué especialmente es en España donde el paro está creciendo de forma espectacular. Pues bien el problema de la baja productividad en nuestra economía está fundamentalmente  motivado por los trabajadores inmigrantes. El interesante trabajo “Inmigración y crecimiento regional en España”     impulsado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), perteneciente al Banco Popular, nos proporciona   datos definitivos que demuestran cómo los inmigrantes son los causantes de la baja productividad. En la comunidad de Madrid, donde los trabajadores extranjeros son casi un 25% del total,  la tasa de crecimiento de la productividad que es negativa en los inmigrantes  (-1,32) es sin embargo claramente  positiva en los trabajadores nacionales (1,29). La diferencia de productividad entre el trabajador nacional y el inmigrante  para el conjunto de España es también muy reveladora de la dimensión del problema: -0,51 en los inmigrantes y +1,14 en los nacionales. La baja productividad de los trabajadores inmigrantes hace que  nuestra economía y nuestras empresas  sean  ineficaces y poco competitivas y ello está ocasionando paro y está dejando sin trabajo a los trabajadores españoles que sin embargo sí son altamente productivos.

Por último quiero llamar la atención sobre otro factor fundamental para paliar las consecuencias de una crisis tan profunda como la que estamos sufriendo y que no es otro que los mecanismos de ayuda social de  los que dispone el estado para que de ellos se sirvan los ciudadanos más afectados. Pues bien, los inmigrantes están depauperando nuestro sistema de Seguridad Social; mientras que cada  inmigrante aporta una media anual de 1.470 euros al sistema público, captan nada menos que ayudas y prestaciones sociales por valor de 2.100 euros. No hay sistema social viable  que resista ese diferencial y lo tenemos que compensar los ciudadanos españoles, que también sufrimos la crisis con más impuestos. Los inmigrantes no solo están labrando la ruina de nuestra  Seguridad Social, es que además se están aprovechando de esas ayudas sociales que precisamente ahora necesitan más que nunca los trabajadores españoles que están en el paro y sus familias.   
 
Si queremos salir de la crisis económica, si no queremos acabar con cuatro millones de parados, convertidos en una país pobre del sur de Europa es imprescindible cerrar las puertas a los inmigrantes, porque en España ya sobran tres millones de extranjeros.     

 El Frente Nacional  exige que se cumpla en España  de una vez por todas la normativa europea de expulsión automática de ilegales, vengan estos en pateras o en clase turista. El Frente Nacional quiere una moratoria de inmigración cero y que todos los extranjeros que actualmente están apuntados al paro, retornen a su país de origen, porque aquí ya no hay trabajo ni para los españoles. Y el Frente Nacional quiere que se establezca la Ley de Preferencia Nacional de modo que  sean  las familias españolas en esta época de crisis las que puedan utilizar las ayudas sociales estatales y no como ocurre ahora, que se sean los inmigrantes los que se benefician de ellas. El Frente Nacional quiere lanzar un mensaje muy claro a todos los españoles en estos tiempos de crisis, con tres millones de parados sobran tres millones de inmigrantes.