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CAMPAÑA ANTE EL PLAN DE RESCATE DEL GOBIERNO SOCIALISTA.

03/12/2008

Madrid, 3 de diciembre de 2008 | El Frente Nacional ha comenzado hoy una campaña publicitaria denunciando el "Plan de rescate". El gobierno socialista de Zapatero está financiando en plena crisis a la Banca y a las grandes empresas con el dinero de todos. Cien mil millones de euros para los bancos y para grandes corporaciones empresariales como la constructora Sacyr-Vallehermoso o las multinacionales Opel-GM y Nissan. Cien mil millones de euros que han salido de los impuestos que pagan religiosamente los españoles que trabajan, de los bolsillos de la sufrida clase media y que ahora los políticos van a regalar a algunos de los empresarios y de los banqueros más ricos de España… ¿por qué será?. Mientras, cada día cinco mil españoles más se quedan sin trabajo, muchas familias apenas consiguen llegar a fin de mes y los jubilados cobran pensiones de miseria. El Frente Nacional se opone a este tipo de ayudas a las empresas y los bancos que se han beneficiado durante años de los altos precios de la vivienda, origen de esta crisis. El Frente Nacional quiere conseguir representación parlamentaria en las próximas elecciones europeas del 2009 para promover medidas en Europa que impidan a gobiernos como el de Zapatero este tipo de ayudas con el dinero de todos, que encubren el entramado de intereses y de corrupción entre la clase política y los grandes banqueros y empresarios. El Frente Nacional desde el Parlamento Europeo buscará la manera de que todo ese dinero se invierta en ayudar a las familias españolas, a los parados españoles y a nuestros jubilados. El PLAN RESCATE DEL GOBIERNO: LA GRAN ESTAFA El gobierno de Zapatero utiliza el dinero de los españoles para pagar favores a la banca mientras todos los partidos parlamentarios callan y, en consecuencia, otorgan. Es una auténtica vergüenza que el dinero de los menos favorecidos se destine a llenar los bolsillos de unos bancos que se encuentran en dificultades por su desmedido afán de lucro. La banca ha prestado, durante los últimos años, ingentes cantidades de dinero a empresarios de la construcción para que éstos pudiesen embarcarse en las repugnantes operaciones especulativas que han elevado el precio de la vivienda hasta convertir en un lujo lo que es un derecho constitucional: el acceso a una vivienda digna. La banca ha sido cómplice de la colosal estafa que las grandes empresas constructoras e inmobiliarias han llevado a cabo en España a costa de los españoles de a pie, de esos que, con nóminas de subsistencia, se han debido empeñar toda su vida para adquirir un piso en muchas ocasiones minúsculo. Los grandes partidos deben ingentes sumas de dinero a la banca y son, en consecuencia, rehenes de ésta. Sólo el PSOE y el PP tienen una deuda de más de 100 millones de euros, es decir, 16.700 millones de las antiguas (y cada vez más añoradas) pesetas. Los partidos nacionalistas no les andan a la zaga. Esta dependencia que nuestra clase política tiene de la banca se acrecienta con las generosas y periódicas condonaciones de parte de la deuda que alcanza ya más de 50 millones de euros. Esta es la razón por la cual el PSOE ha lanzado su plan de rescate de la banca… con nuestro dinero. Y es también la razón por la que el PP y las demás formaciones del arco parlamentario callan ante este atropello, ante esta gigantesca estafa. Hasta la fecha, la disputa en política económica se centraba a grandes rasgos entre quienes se mostraban enemigos del intervencionismo estatal y por tanto defensores a ultranza de la autonomía de los mercados y entre los teóricos partidarios de la intervención del Estado en la economía para corregir, a favor de los más necesitados, los inevitables desajustes del libre mercado. Ahora nos encontramos ante un surrealista consenso entre unos y otros: tanto los socialistas como los liberal-conservadores han llegado a la conclusión de que el Estado debe intervenir en la economía para corregir los desajustes del libre mercado… ¡en defensa de los ricos! Al Frente Nacional le gusta decir las cosas claras y llamarlas por su nombre, ignorando los ridículos eufemismos a los que nos tiene acostumbrados el discurso plano de lo políticamente correcto. Por eso, denunciamos que el actual plan de rescate del gobierno para la banca supone la más gigantesca estafa colectiva de la Historia de España. Si la oligarquía financiera e inmobiliaria ha obtenido desproporcionados beneficios mediante la especulación en los últimos años y ahora, su ambición desmedida provoca una grave crisis, deben ser ellos quienes paguen los platos rotos. Si hace falta intervenir, si es preciso emplear dinero público para rescatar a alguien, esa intervención y ese dinero se debe emplear en el rescate de los millones de familias españolas que, víctimas de este fraude, ven descender sus ingresos, aumentar sus gastos, subir sus hipotecas y en el horizonte contemplan la amenaza del paro. ¿Plan de rescate? Sí para las familias, no para los especuladores.


 
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