opiniÓn

Manuel Angel Pérez-Aldana.- Miembro de la dirección ejecutiva del Frente Nacional. Licenciado en CC Matemáticas y experto en Criptografía, trabaja en el sector de la informática. Ha participado en tertulias radiofónicas de análisis político, en el año 2001 publicó un ensayo sobre el problema de la inmigración con el titulo “La verdad sobre la inmigración”.

"ROSA DÍEZ O COMO SE DISFRAZA UN POLÍTICO"


Rosa Díez ha vuelto a protagonizar los titulares de la prensa y no sólo los de sus mentores, el Mundo y la COPE. Y es que con su solitario voto ha apoyado la propuesta de Izquierda Unida para retirar los crucifijos y todos los símbolos religiosos en los actos de carácter institucional. No ha propuesto la retirada de la Ikurriña, no, lo que le preocupa y lo molesta es el crucifijo. Quizás haya sorprendido a muchos de sus admiradores pero UPyD , el partido propiedad de esta señora Díez, se declara laicista, para entendernos en castizo anti-católico.

Anti-católicos y defensores del aborto; esto viene en el programa de UPyD, según ese lenguaje políticamente correcto consiste en decir que es un partido laico y feminista que defiende el derecho de la mujeres a decidir. Para muchos españoles, de derechas o de izquierdas, Rosa Díez es una adalid de la lucha contra los nacionalismo separatistas, contra ETA y es un ejemplo de un político honrado que antepone sus principio y valores al cargo y al obediencia ciega al partido, pero la verdad es que esos españoles que piensan así están equivocados, muy equivocados.

Lo primero que hay que saber es que la señora Díez es un político profesional y su biografía se ajusta a una tipología de político socialista que ha poblado ayuntamientos, ministerios y cargos públicos diversos en los últimos treinta años. Nacida en Bilbao, era una veinteañera secretaria de la diputación provincial de Vizcaya, cuando en el año 1977 comprendió que ella era.... ¡socialista!. Y no sólo se afilió, sino que de la mano del jerifalte del PSOE vasco Txiki Benegas, dejo la mecanografía para dedicarse a la política profesionalmente. Fue concejal en el Ayuntamiento de Güeñes (Vizcaya), asumió cargos en la dirección del Partido Socialista de Euzkadi, en definitiva una carrera fulgurante. Y así se plantó como consejera del gobierno vasco de coalición entre el PSOE y el PNV, presidido por le señor Ardanza. Desde 1991 a1997 fue “ministra” de Turismo; pero parece ser que no se enteró bien de que existían las Ikastolas y que su gobierno promocionaba el odio a España en esa escuelas. Mientras durante aquellos años morían asesinados por docenas guardias civiles y policías, pero ni ella ni ningún miembro de su gobierno se solidarizaban entonces con las familias de las victimas de ETA. Por más sorprendente que pueda parecer hoy a sus votantes, hasta hace dos o tres años la señora Díez no se fotografiaba con otras banderas que no fueran la ikurriña verde y la roja del PSOE. Perdón… miento, también la del Arco Iris. Ella tan dicharachera siempre se presentó vestida con sus mejores galas en la pancarta de cabecera del día del orgullo GAY de 1999. Así lo contaba el diario el Mundo del 27-7-1999.
¿Dos hombres o dos mujeres que se aman y viven juntos forman una familia? «Naturalmente», opina Rosa Díez. ¿Y podrían adoptar un niño? «¿Por qué no», saltaba rápida la eurodiputada. «Si lo van a querer, a cuidar y a educar no veo que haya ningún problema». Siempre hemos intentado que los políticos se comprometan con esta marcha. Nos parece muy importante que haya venido Rosa Díez», aseguraba Pedro Zerolo, presidente de la Federación Estatal de Gays y Lesbianas, agarrado a la pancarta que abría la manifestación y que decía: «Los derechos de gays, lesbianas y transexuales son derechos humanos».


En 1998 Rosa Díez apoyada personalmente por Felipe González se postula para presidir el Partido Socialista de Euzkadi. Es la candidata oficial que el aparato del partido presenta en contra de Nicolás Redondo Terreros, el cual se opone a renovar los pactos de gobierno con el PNV. Redondo gana pero el PSOE recompensará el esfuerzo de Rosa Díez por defender las tesis de la bondad de los acuerdos PNV-PSOE promoviéndola a número uno en la lista para las elecciones al parlamento Europeo de 1999. Pero Rosa no se conforma con ser la jefa de los europarlamentarios socialistas en Bruselas: en el año 2000 se presenta como candidata para presidir el PSOE en las elecciones primarias, en las cuales el candidato mas fuerte es José Bono y donde va surgir un hasta entonces desconocido diputado por León llamado José Luís Rodríguez Zapatero. Rosa Díez logra arrancar un 6,5% de votos, que en otras circunstancias irían con los que contaba Bono y que marcaron la diferencia para que saliera elegido Zapatero, curiosamente este ultimo nunca le ha agradecido tan inestimable servicio, sin el cual él no hubiera llegado hasta donde ha llegado.

Rosa Díez hoy se viste con la bandera de España y se hace trajes con las hojas de la constitución, pero no siempre ha defendido esos valores, hasta apenas hace unos años representaba el felipismo puro y duro que defendía la bondad de los pactos con los nacionalistas del PNV. Rosa Díez es un caso paradigmático de político de izquierdas, nula formación, sin estudios relevantes, sin capacitación importante en el mundo profesional, sus únicos trabajos han sido el de secretaría y telefonista. Lleva treinta años viviendo de la política, disfrutando del poder como, diputado foral, consejera de un gobierno autonómico o como europarlamentaria. Pero quiere seguir disfrutando del poder político y cuando Zapatero le cerraba las puertas a su carrera, empezó su desembarco en las asociaciones ciudadanas de la lucha contra ETA, especialmente “Basta ya” y el “Foro de Ermua”. Se apropio de uno de esos términos que le encantan a los políticos y que como no dicen nada sirven para cualquier cosa, que es el de “constitucionalista”; y casi a esa palabra se reduce todo su programa político. Sirviéndose de estas dos asociaciones y del rechazó que en las propias filas de la izquierda ha despertado la negociación del gobierno socialista con ETA supo montar a tiempo su partido, “Unión, Progresa y Democracia (UpyD)” para llegar a las elecciones de marzo del 2008 y conseguir su acta de diputado, una vez más.

No me resisto a contar algo que sin dejar de ser una anécdota, retrata a este personaje. Hace unos meses, en el programa La Noria de la cadena Telecinco el presentador que entrevistaba a Rosa tratando de desgranar su dilatada biografía de política le preguntó como desde tan joven y desde tan pronto adquirió cargos de relevancia en el PSOE, a lo cual respondió que “llegó al mundo político en la primeras elecciones democráticas por necesidades del partido para las listas a la Diputación Foral de Vizcaya y por sus conocimientos administrativos, pasando posteriormente la Parlamento Vasco”. Lo que no explicó es que sus importantes conocimientos sobre el funcionamiento de la administración provenían de su puesto como telefonista de la diputación foral de Vizcaya entre 1973 y 1977, que era el trabajo con el que se ganaba la vida Rosa Díez antes de hacerse político.

Esta es Rosa Díez, este es el material humano de UPyD que han querido vender entre Pedro J. Ramírez y Losantos primero a los electores de izquierda descontentos con el PSOE de Zapatero y que ahora parece que están dispuestos a recolocar entre estos dos prestidigitadores del periodismo a los que hoy está decepcionados con los virajes del PP de Rajoy. Pues Rosa Díez es una mercancía muy averiada. Ya saben ustedes, mucha constitución, estado laico con aborto gratuito, crucifijos fuera… y el problema de la inmigración ni tratarlo, es de mal tono para un constitucionalista.

Autor: Manuel Angel Pérez-Aldana