Isabel Sánchez de Puerta .-
Pregunta (P) : ¿Qué opina el Frente Nacional de la monarquía?
Cantalapiedra (C): El Frente Nacional defiende la idea de España, pero entiende que ésta se puede defender desde posiciones monárquicas o republicanas. Sin embargo, cuando se ataca a la corona desde sectores separatistas, es evidente que se está atacando, no tanto a la institución, como a lo que representa actualmente para estos sectores, es decir, España. El Frente Nacional se siente más a gusto con una forma republicana de Estado, pero entiende que la difícil situación por la que atraviesa la idea misma de España, no aconseja en estos momentos abrir ese debate.
P: ¿El Frente Nacional acepta el Estado de las Autonomías?
C: El Frente Nacional cree que el actual Estado de las Autonomías se hizo, durante la transición, de forma chapucera, frívola, apresurada y bajo cálculos electoralistas. España es seguramente el único Estado civilizado del mundo articulado en torno a unos entes territoriales que no tienen definido un techo competencial, que viven en un estado permanente de insatisfacción y reivindicación, que aspiran en muchos casos a anexionarse unos a otros y a alcanzar la secesión. Además, las camarillas políticas que se instalan en estos reinos de taifas en los que se han ido convirtiendo las CC.AA tienen una alarmante tendencia al despilfarro de dinero público en su exclusivo beneficio que está suponiendo un problema del que casi nadie quiere hablar. El Frente Nacional es partidario de reconducir esta delirante situación hacia un marco mucho más restrictivo que imponga algo de sentido común y criterios de eficacia donde hasta ahora sólo hay insolidaridad, clientelismo y sectarismo excluyente. El Estado debe recuperar las competencias en educación y orden público, y la financiación de las CC.AA debe basarse en criterios de solidaridad territorial en base exclusivamente a las necesidades de inversión con criterios de cohesión entre los distintos entes territoriales.
P: ¿Qué opina el Frente Nacional de la Unión Europea?
C: El Frente Nacional cree que la UE es, además de una legítima aspiración, un viejo sueño de los europeos. El Frente Nacional tiene una clara y ferviente vocación europeísta, entre otras cosas porque es hora ya de evitar que nuestro viejo continente vuelva sufrir las guerras que durante tanto tiempo lo asolaron. Además, hacer frente al intervencionismo americano requiere una Europa fuerte y unida. Otra cosa es que el Frente Nacional esté de acuerdo al 100 por 100 con la forma en que la unidad europea se está articulando. El Frente Nacional defiende una Europa unida en base a principios más que a interese meramente comerciales. Entendemos posible una UE en la que los estados que la forman no cedan las cotas de soberanía que actualmente se están cediendo. En particular, la política monetaria y el control de las fronteras nos parecen irrenunciables.
P: ¿Qué piensa el Frente Nacional de los derechos de los homosexuales?
C: El Frente Nacional entiende que la inclinación sexual de una persona debe ser totalmente irrelevante a la hora de atribuirle derechos. Un homosexual no es más que una persona que se siente atraída por personas de su mismo sexo. Para nosotros no existe un colectivo homosexual, pues sería lo mismo que si hubiese un colectivo de calvos o de barbudos. Lo que sí existe es un grupo de presión, un lobby, de homosexuales radicalizados que aspiran a obtener, no derechos, sino prerrogativas que están fuera del sentido común y de las más viejas tradiciones culturales españolas y europeas. Afortunadamente, dentro del colectivo homosexual no son más que una minoría que pretende hacer de sus particulares inclinaciones sexuales un modo de vida. La mayoría de los homosexuales son gente que vive su sexualidad, como cualquier persona civilizada y educada, en la más estricta intimidad y no hace bandera de ella. El Frente Nacional no se dejará nunca chantajear ni influir por esta minoría de gays radicales que se arrogan la representación de todos los homosexuales.
P: ¿Considera el Frente Nacional pues, que el matrimonio no es un derecho que debe concederse a los homosexuales?
C: A la inmensa mayoría de los homosexuales el matrimonio ni les interesa ni les ha interesado nunca. Es el lobby gay el que ha hecho de esto una reivindicación y son los partidos acobardados por este lobby los que lo han defendido. Para el Frente Nacional un matrimonio no es lo que se le ocurre que sea a un legislador en un momento dado. El matrimonio es la unión religiosa o civil de un hombre y una mujer. Los homosexuales tienen derecho a vivir juntos, como cualquiera, pero su unión no es un matrimonio.
P: ¿El Frente Nacional relaciona delincuencia con inmigración?
R: El Frente Nacional simplemente denuncia una realidad incuestionable que los partidos mayoritarios, los medios de comunicación e incluso la Iglesia, ocultan deliberadamente: la inmigración ha generado un incremento espectacular del número de delitos y ha supuesto la aparición, además, de tipos delictivos que se producen con una violencia extrema. Desde que España se ha llenado de extranjeros, la seguridad ciudadana ha caído en picado, y si nadie se lo toma en serio, irá a peor. Más aún con la crisis económica en la estamos en inmersos y que no ha hecho más que empezar.
P: En consecuencia, ¿el Frente Nacional achaca a los inmigrantes los males que aquejan a la sociedad española?
C: No. El Frente Nacional achaca a la clase política los males de nuestra sociedad. Algunos de estos males, como la condescendencia suicida con los nacionalistas, son intrínsecamente autóctonos. Sin embargo, otros, como la discriminación de los españoles a la hora de acceder a ayudas públicas, la caída de los salarios y con ello del poder adquisitivo de los españoles, la inseguridad ciudadana creciente, la pérdida de valor de los inmuebles en las zonas que se llenan de inmigrantes, los ruidos e incomodidades que generan a los españoles los ocupantes de los pisos pateras, la aparición de enfermedades que creíamos erradicadas, etc, sí se deben en gran medida o totalmente a la invasión migratoria que sufrimos. Pero, en última instancia, los responsables directos de estos problemas no son los inmigrantes, sino los políticos que les han permitido entrar, que les otorgan el derecho a residir y a reagrupar a sus familias y que les conceden privilegios y ayudas que en muchos casos les niegan a los españoles. El inmigrante es un ser humano que intenta mejorar su situación personal y que se aprovecha de las facilidades que nuestros políticos le dan. No es el culpable, es sencillamente el beneficiario de una política suicida y antinacional. Desgraciadamente, arreglar esta situación implicará que también los inmigrantes habrán de pagar los platos rotos con una política de expulsiones masivas. Es duro, pero no hay otra solución.
P: ¿En qué lado del espectro político se sitúa el Frente Nacional?
C: Sabido es que a la gente, en general, le gustan las etiquetas, y a los periodistas aún más. Pero etiquetar al Frente Nacional con la tradicional clasificación de izquierdas, derechas o centro, es tarea difícil. El Frente Nacional se define como un partido transversal, que propone soluciones a los problemas de la mayoría de los españoles. En algunos casos puede parecer más de derechas, pero en otros casos sus propuestas podrían coincidir más con las de la izquierda. No entendemos por qué razón un partido tenga necesariamente que colocarse en un lado o en otro. Cualquiera que lea el programa del Frente Nacional comprobará que, con ese criterio de derechas-izquierdas, es difícil de clasificar.
P: ¿El Frente Nacional apuesta por la democracia?
C: El Frente Nacional apuesta por una democracia en la que se permitan todos los partidos de la ideología que sean, excepto aquellos que aspiran a destruir la Nación.
P: ¿El Frente Nacional está a favor de la OTAN?
R: La OTAN no cobija bajo su “paraguas” a nuestras plazas de soberanía en el norte de África ni a las Islas Canarias, que son, sin ninguna duda, nuestro único flanco expuesto a una agresión. Y curiosamente, el potencial agresor es Marruecos, aliado preferente de los Estados Unidos, que son también la cabeza de la OTAN. El Frente Nacional apuesta por una organización militar estrictamente europea. Europa se debe construir, no contra norteamérica, pero de sí de espaldas a ella. El vergonzoso espectáculo de una Europa acobardada mientras los Estados Unidos bombardeaban Serbia para defender a los musulmanes de Kosovo no se puede volver a repetir.
P: ¿Qué opina el Frente Nacional del islamismo?
C: El islamismo es la consecuencia de la demencial política norteamericana en Oriente Medio. El incondicional apoyo de los Estados Unidos a Israel le ha llevado a enfrentarse con los regímenes árabes laicos de los años 50 del pasado siglo. Nasser en Egipto era un peligro, al igual que Mossadegh en Irán, y sus regímenes laicos fueron combatidos por los Estados Unidos con fanática saña. Arafat era un terrorista y ahora se las tienen que ver con Hamas. Si la Unión Europea se distanciase de la histérica política norteamericana y apoyase en serio la creación de un auténtico estado palestino, si condenase la agresión a Irak y la intervención en Afganistán, el islamismo radical perdería la capacidad de seducción que actualmente tiene entre las masas árabes. El islamismo integrista se nutre de la frustración. Si se atienden algunas de las reivindicaciones lógicas de los árabes, se le restaría munición a los islamistas.
P: ¿Qué política fiscal defiende el Frente Nacional?
R: La actual percepción de la mayoría de los españoles es la de una presión fiscal muy alta en relación con el nivel adquisitivo que poseen. El Frente Nacional cree que las grandes fortunas salen en general demasiado bien paradas y que el ciudadano medio, el que cobra por nómina, soporta la carga fiscal efectiva. El Frente Nacional es partidario de que la carga fiscal de desplace hacia las grandes fortunas y las grandes empresas que cada vez obtienen más beneficios para favorecer fiscalmente a las clases medias y las a pequeñas y medianas empresas españolas que hoy por hoy pagan demasiados impuestos. Por otra parte, el Frente Nacional entiende que se despilfarran ingentes cantidades de dinero público en subvenciones improductivas a colectivos que no las merecen, en sueldos astronómicos a altos cargos, en campañas de publicidad institucionales totalmente innecesarias, etc. Actualmente, en el Frente Nacional estamos trabajando en un modelo impositivo que presenta bastantes novedades en esta dirección.
